jueves, 18 de marzo de 2010

martes, 26 de enero de 2010


El plazómetro

Venidas a menos por mal compostamiento, las plazas de Bucaramanga (San Francisco, Guarín y La Concordia) provocan como lamento en los usuarios y clientes más antiguos: “Todo tiempo pasado fue mejor”. Pero proyectadas como escenario cultural, como espacio de encuentro y garantía de una alimentación sana y variada, las plazas resultan un buen negocio para todos.

El plazómetro llevará a la “plaza pública”, los temas de las plazas, como la seguridad, el orden, el aseo, la calidad de los alimentos y las nuevas prospecciones, los nuevos mercados, las nuevas maneras de vender.

Una primera entrega dará cuenta de los datos históricos y anecdóticos de las plazas, desde sus comienzos hasta nuestros días, haciendo justicia con los gestores y protagonistas de estos escenarios públicos por donde se ve pasar la sociedad Bumanguesa.

Planteamos una multimedia con énfasis en el lenguaje cinematográfico, para construir la identidad de la plaza, es decir, de sus usuarios, que a partir de verse, escucharse, interactuar, podrán llegar a las ideas y los planes que requiere un modelo autogestionario, tal como lo sugiere este proyecto.

Metodología

En un proyecto de 6 meses no podíamos asumir el plazo sugerido por el maestro Sebastian Salgado, que no obtura su cámara sin haber compartido por lo menos un año con la comunidad reportada, pero si hemos ido tranquilos por los pasillos, buscando las miradas, dejándonos mirar y muy atentos para conversar. Cuando vemos la oportunidad dejamos que salga el aparato.

El plazómetro tomó sus primeras imágenes desde abajo, en donde se encuentran los más graves y evidentes problemas de este sistema de usuarios de la Red Pública Alimentaria.

Allí en la sanguaza, invisibles pero letales se incuban diariamente las bacterias. En los terribles cuartos de basura todo con todo, hasta que la la 1 P.M. los chulos reciben el permiso de bajar y seleccionar su dieta.

Esta es la cámara baja, pero lo bueno pasa ahora, cuando cambiamos de ángulo, limpiamos el lente, nos subimos un metro y nos encontramos con Adonai Gutiérrez, un antiguo usuario, de extracción campesina, que hace su mejor negocio con las basuras.

En 1 filminuto Adonai nos cuenta que a partir de 1 verano largo como el de ahora, por sugerencia de un veterinario, seleccionó entre las basuras algunos forrajes para alimentación de su ganado. Hoy alimenta el ganado en tres fincas y produce abonos.

Esta iniciativa individual será el enlace para un planteamiento de solución integral, con separación de basuras en la fuente, destinación de los desechos vegetales para un buen compostamiento y anulación definitiva de la peligrosa salmonella que se incuba en medio de desechos cárnicos.

Seguramente por un tiempo la cámara no quiera bajar más, hasta encontrar las alternativas científicas, artísticas, que integren tantos servicios públicos pendientes de ser aprovechados.

Es así como el ingeniero Químico, Jairo Puente nos referencia el proyecto de producción de abonos liderado por CORDESCO en alianza con la UIS, sus laboratorios y centros de investigación.

Es así como el empresario Juan Manuel González nos cuenta del proyecto SENA que capacitó agricultores en temas como compostaje y producción limpia de alimentos.

Es así como el gestor cultural Walter Gómez nos habla de las tomas de espacio público para provocar una lectura estética de la realidad.

Es así como voz a voz, rostro a rostro, el plazómetro anuncia una medida justa de las cosas, desde la ciencia y el arte, pero especialmente desde el dinámico juego comunicativo.

Los registros realizados son solo el abrebocas de una agenda comunicativa permanente, que inicia con el movimiento del blog, crece con una toma periodística plaza a plaza y se desarrolla con un foro permanente sobre las plazas, que le dará a los usuarios el poder comunicativo con espacios para sugerir, proponer, quejarse y especialmente para “mejorar la imagen”.

Entonces la cámara volverá al piso.